«El gran potenciador del sistema inmunitario«
En Active Spine nos preocupamos por tu salud. Vamos a ir fomentado algunos consejos para mejorar y cuidar tu salud de manera activa.
Nuestro sistema inmunitario funciona de una manera similar al músculo. Si no se entrena se atrofia. Por tanto es importante estimularlo para que funciona a un alto nivel y nos proteja de infecciones como el coronavirus. Una buena manera de entrenarlo es mediante la exposición repetitiva y progresiva al frío a través de duchas frías o baños de hielo.
Estas se deberían realizar todos los días durante varias semanas o meses incrementando progresivamente el tiempo de exposición para que sean eficaces. Durante la inmersión al agua frío el cuerpo realiza una respuesta hormonal específica que estimula el sistema inmunitario protegiendonos de infecciones como el coronavirus, gripe, rhinovirus, virus gastrointestinales, etc.
Es necesario una buena medida de fuerza de voluntad para sumergirse al agua frío pero una vez dentro y después de algún tiempo ocurre la liberación de los endorfinas en el cerebro qué puede provocar un estado de ligera euforia y bienestar.
Aparte del fortalecimiento del sistema inmunitario existen otros beneficios de esta terapia como por ejemplo un efecto analgésico y una reducción de los marcadores inflamatorios en la sangre que parece tener una influencia favorable sobre enfermedades autoinmunes como por ejemplo la enfermedad de Crohn, esclerosis múltiple etc.
Yo llevo ahora dos años practicando los baños de hielo y es sorprendente como el cuerpo se acostumbra al frío y es capaz de aguantar exposiciones cada vez más largos sin sufrir hipotermia ni necesidad de calentar el cuerpo posteriormente artificialmente en la sauna por ejemplo.
Actualmente soy capaz de quedarme unos 10 minutos completamente inmerso en agua salado a una temperatura de 1 grado bajo cero y desde que lo practico nunca más he tenido ni siquiera un resfriado, aunque 2 años no es mucho tiempo y hay que seguir la evolución.
¿Cómo empezar con la CRIOTERAPIA?
Ahora es la época perfecta para iniciarse en la exposición al frio o crioterapia. Porqué? Pues porque muchos tienen piscinas exteriores que en invierno se van enfriando progresivamente y nos brindan la oportunidad de empezar gradualmente el entrenamiento. El frío empieza a ser eficaz a partir de una temperatura de 16ºC o inferior que normalmente se alcanza en noviembre por la zona de Alicante. A partir de este momento nos podemos inmergir hasta el cuello en el agua y aguantar quieto un tiempo determinado. Por ejemplo 4 minutos para empezar durante una semana y después aumentando 1 o 2 minutos cada semana hasta llegar a los 10-15 minutos.
En diciembre/enero el agua suele alcanzar 11-12ºC en las piscinas (en el mar 2ºC más) y hasta marzo suele tener una temperatura por debajo de 16ºC por lo que tenemos unos cuantos meses para disfrutar del frío. Otra manera más fácil son las duchas frías pero solamente en las zonas más elevadas de Alicante ya que ahí el agua sale bastante frío.
En el caso de las duchas podemos empezar después de una ducha caliente cambiando al frío repentinamente y aguantado de medio a un minuto inicialmente durante una semana y después aumentar el tiempo de exposición gradualmente de 30 segundos cada semana hasta llegar a los 4-5 minutos.
Vais a notar que al principio entran temblores durante y después de la inmersión o exposición pero gradualmente desaparecen y poco a poco llegáis a disfrutar de la sensación agradable debido a las endorfinas.
¿Cómo seguir con la CRIOTERAPIA?
Para las personas que les gustaría seguir con la crioterapia incluso cuando el agua de la piscina y/o la ducha va siendo demasiado caliente en primavera hay que buscar otras maneras de exposición al frío.
Por Alicante y comunidad valenciana hay principalmente dos posibilidades:
Los baños de hielo y el arcón congelador:
Para poder disfrutar de un baño de hielo a una temperatura de 6-7ºC hacen falta unos 16 kg de hielo que hay que comprar en el supermercado o fabricarlo directamente en casa por si alguien tuviera una máquina de hielo. Para alcanzar temperaturas cercano a 0ºC hace falta mucho más hielo que saldría muy caro. Tiene también el inconveniente de que gasta mucha agua por lo cual está indicado únicamente para un corto período de tiempo de transición.
El arcón congelador es una manera mucho más accesible a largo plazo, aunque existe la inversión inicial. Con el arcón es fácil conseguir una temperatura de 0ºC o incluso un poco por debajo si se añade sal al agua y la temperatura se mantiene así con un gasto de luz relativamente bajo. El agua se puede usar durante semanas sobre todo si te duchas antes de entrar. No hay que comprar hielo y es más fácil practicarlo diariamente. Yo personalmente me he acostumbrado hacer lo siempre después del deporte y la ducha.
El arcón debería tener unos 400 litros de volumen y disponer de una válvula de desagua en la parte baja. Además conviene tener una fuente de agua y un desagüe cerca para realizar los cambios de agua con facilidad. Es preciso poner bloques de madera por debajo de ambos extremos del congelador para que aguante todo el peso y antes del primer uso hay que sellar todas las juntas internas con silicona de aquario.
Para el control de la temperatura se puede conectar un temporizador al arcón para que se encienda algunas horas al día justo para mantener la temperatura deseada. Se puede empezar con exposiciones cortas de 5-6 minutos en agua de 6-7ºC e ir incrementando el tiempo y/o bajando la temperatura hasta 0 – 1ºC bajo cero. Después no hay límite. El récord mundial de estar enterrado en hielo hasta el cuello está en 2 horas y 8 minutos, aunque no aconsejo intentar batirlo!
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