Después de esta época de vacaciones es bastante común tener episodios de dolor cervical, vamos a explicar qué factores pueden influir en ello y algún truco para prevenirlos
– Largos viajes en coche o avión. Si viajamos grandes distancias en coche, avión o similar puede que la postura mantenida sentado, leyendo, o dando cabezadas acaben provocando dolor cervical, sobre todo al día siguiente del viaje. Si a esto sumamos el hecho de mover maletas, tenemos un coctel que suele terminar en dolor y dificultad para mover el cuello. Esto se debe a que perdemos durante horas la curva cervical, la lordosis, lo que provoca presiones anormales en los discos y articulaciones cervicales.
Truco para evitarlo: Cada 1-2 horas de viaje, realizar 10 movimientos repetidos de retracción cervical, un ejercicio que alivia la presión sobre los discos cervicales.
RETRACCIÓN DE LA CABEZA SENTADO (METER BARBILLA).
Sentado con la espada erguida, apoyada deje el cuello relajado. Notará como la cabeza va hacia delante un poco. Comenzamos el ejercicio desde esta posición.
Con la vista fija al frente meta la barbilla tan atrás como pueda. NO debe dejar que la nariz se levante ni inclinar la cabeza hacia atrás como cuando mira hacia arriba
Llegue tan atrás como pueda y mantenga la posición 2 segundos. Relaje y repita el ciclo de movimientos 10 veces.
Para aumentar la efectividad del ejercicio puede ayudarse con las manos haciendo presión sobre la barbilla
En los ratos de descanso, debería alternar el ejercicio con el uso de un collarín de viaje para tratar de mantener la cabeza en una postura saludable.
– Dormir con almohada ajena. La posición para dormir, con el cuello fatigado tras las actividades vacacionales es importante. A veces las almohadas son demasiado blandas o rígidas, provocando que al dormir no se mantenga una correcta alineación con la columna, y al día siguiente uno se levanta con el cuello rígido y dolorido.
Truco para evitarlo: Utilizar un rodillo bajo la funda de la almohada, o fabricar uno enrollando una toalla y enganchándola con unas gomas o un imperdible, de un tamaño que permita que el cuello y la columna estén bien alineados.
