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Deporte Dolor de espalda

¿Ayuda la natación si tengo dolor de espalda?

Hoy os contamos si la natación ayuda al dolor de espalda. El origen de esta opinión se debe basar en la experiencia de muchas personas con dolor de espalda u otros dolores asociados al aparato locomotor, que se encuentran bien en el agua. Esta sensación se explica ya que el agua reduce la carga física sobre la columna vertebral y articulaciones.

En la natación se activa un mayor número de músculos del cuerpo que en otros deportes, y apenas existen riesgos de lesiones.

Sabemos que hay diferentes estilos de natación. Pacientes con problemas cervicales y lumbares muy a menudo se quejan de molestias o incremento de dolores durante la natación, por lo que médicos, fisioterapeutas y otros profesionales de la salud suelen recomendar nadar de espaldas. En este estilo, la columna, tanto cervical como lumbar, se relaja.

Pero muchos pacientes siguen con dolor de espalda incluso después de numerosas jornadas de entrenamiento en el agua, nadando.

Prefieren no mejorar su capacidad para practicar otros deportes y de seguir con la misma incapacidad a la hora de realizar sus actividades diarias, experimentando la misma inseguridad y dolor.

Se preguntan si están haciendo algo mal, o si la natación no es tan buena como pensaron.

Probablemente no estén haciendo nada mal, y la natación siga siendo buena, pero existe una limitación. Pacientes con dolor de espalda, en el 85 a 90% de los casos tienen los músculos responsables de la estabilidad y la protección de la columna débiles e incluso atrofiados. Los músculos que la ciencia ha determinado como los más importantes a este respecto son los autóctonos: los músculos extensores lumbares y los músculos extensores cervicales.

Una rehabilitación adecuada debería tener como meta la potenciación de dichos músculos, y con ello la recuperación de la función óptima de la columna.

Todos los músculos necesitan para su potenciación un ejercicio concéntrico y excéntrico (contracción/relajación) contra una resistencia progresiva que produce la fatiga del músculo.

Si aplicamos estos datos a la natación, que NO ofrece la imprescindible contracción-relajación, queda claro que los músculos de la espalda no se pueden potenciar bajo estos criterios. Es por ello, por la falta de potenciación adecuada, que los pacientes con dolores de espalda continúan con ellos a pesar de dedicar varias horas semanales a la natación.

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